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Cuidado con las casas en remate hipotecario: así operan las estafas más comunes en México
Prometen casas baratas por remates hipotecarios, pero muchas veces se trata de fraudes.

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Te explicamos cómo operan estas estafas y qué señales de alerta debes considerar.
Las casas en remate hipotecario suelen aparecer como una “oportunidad única”: viviendas con un precio muy por debajo del valor comercial, ofrecidas como parte de procesos legales o bancarios. Sin embargo, esta promesa de adquirir un inmueble a bajo costo también ha sido utilizada como gancho en diversas estafas inmobiliarias en México. Los delincuentes aprovechan el desconocimiento sobre este tipo de operaciones para engañar a compradores con documentos falsos, propiedades inexistentes o promesas que nunca se cumplen.
¿Cómo funcionan las estafas con remates hipotecarios?
Los fraudes suelen comenzar con anuncios en redes sociales, páginas web poco conocidas o incluso en plataformas de compraventa reconocidas. Las publicaciones muestran propiedades atractivas, ubicadas en zonas urbanas y a precios muy por debajo del promedio. Los estafadores alegan que se trata de remates bancarios urgentes o juicios hipotecarios en proceso, y presionan a los interesados para que depositen un anticipo con rapidez.
Una vez que la persona realiza el pago, los estafadores desaparecen o continúan pidiendo más dinero bajo pretextos como gastos notariales, adeudos o “liberaciones” judiciales. En muchos casos, las casas no existen, no están en remate, o ni siquiera pertenecen a quien las ofrece. Además, los supuestos vendedores pueden usar documentos alterados para dar apariencia de legalidad.
Señales de alerta para no caer en el engaño
Algunas características comunes de estos fraudes incluyen:
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Precios demasiado bajos en comparación con el mercado.
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Falta de acceso inmediato al inmueble, alegando que aún está habitado o en juicio.
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Exigencia de anticipos rápidos, con presión para no “perder la oportunidad”.
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Comunicaciones sin correo institucional o mediante perfiles poco confiables.
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Negativa a firmar contratos formales ante notario público.
En remates reales, los procesos son más largos, transparentes y usualmente gestionados por bancos, juzgados o empresas especializadas. También suelen requerir asesoría legal y no permiten visitas al inmueble hasta que se resuelva el juicio hipotecario.
Antes de considerar la compra de una casa en remate, es fundamental investigar a fondo, consultar con un notario o abogado especializado y verificar la existencia del inmueble en registros públicos. Desconfiar de ofertas “demasiado buenas para ser verdad” puede evitarte pérdidas millonarias y problemas legales.